Este es un vídeo de la FELGTB y COGAM en el que se pide el "voto rosa" para defender nuestros derechos.
Hoy, sin ir más lejos, he tenido una tensa discusión con algunas compañeras de trabajo, a las cuales se les hinchaba la yugular intentando convencerme (a mí, que saben que soy lesbiana ¬¬) de que mi unión con una mujer no se puede llamar matrimonio porque "es otra cosa" (nunca queda demasiado claro qué "cosa", pero es otra "cosa"). Por mucho que remarcaran que tienen que ser los mismos derechos pero con otro nombre, no puedo dejar de ver prejuicios, discriminación y desigualdad en esto y, sobre todo, una diferenciación que conlleva un diferente grado de valor y reconocimiento de la unión. En fin, nada bueno...
Y para rematar, otra compañera, una médica (sí, médica está puesto adrede para reivindicar lenguaje no sexista)para más inri, me dice que debe haber "algo mental u hormonal" que hace que seamos así, que los niños salen trastornados en una pareja homosexual porque necesitan unos referentes en su casa y etc, etc, etc...
La cuestión es que tras la discusión una sigue siendo compañera de sus compañeras, pero con una sensación preocupante en tu interior, una sensación de peligro, para qué negarlo, consecuencia de percibir con qué firmeza persisten unas ideas y unas actitudes que, sinceramente, dan miedo...
1 comentario:
Complicado, complicado.
¿Y si proponemos que los profesores de educación en ciudadanía tengan que ser antropólocxs?
Yo a veces también me sorprendo cuando descubro que gente a mi alrededor que sentía cercanos, tienen ideas disparatadas...
Un beso bella!
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