martes, 15 de abril de 2008

Mi conciencia... vende

El gran monstruo del capitalismo lo devora todo, devora tu conciencia, la desvirtúa, la regurgita y te la devuelve convertida en superventas, iconos pop y última moda. Te devuelve tu conciencia convertida en un fenómeno de hacer dinero (que no irá a parar, en su inmensa mayoría, a la causa en cuestión).
Tú mism@ convertid@ en máquina de hacer dinero.

En medio de una guerra de bombardeos mediáticos y manipulaciones audiovisuales: ¿seré yo la que piensa lo que opina?

5 comentarios:

Ran Chi dijo...

¿Eso lo piensas tú o tu ego de ¨antisistema¨? Esque a veces la gente se confunde... Como estos punkarrillas de palo que van de reivindicativos por la vida y tan sólo repiten unos valores e ideales que han oído a sus coleguillas, o lo han leído en un panfleto que les han repartido en el rastro de Madrid una mañana que acudieron allí de empalmada y con las litronas en la mano, y se visten todos igual, distinguiendo a la perfección lo que es ¨punk¨ de lo que es ¨pijo¨, etc, etc, etc... (Como ves, también puedo decir cosas inteligentes de vez en cuando, jejeje...).

Ran Chi dijo...

Por cierto, y hablando de la bandera fashion... ¿Qué te apuestas a que en breve la utilizan las nuevas tribus urbanas ¨reivindicativas¨ en camisetas y gorras?

0 dijo...

Dentro de nada habrá todo tipo de "merchandaisin" del Tíbet por todas partes...

Anónimo dijo...

O dicho en una palabra, Kitsch (en sentido de Greenberg o Adorno)

Anónimo dijo...

un breve fragmento acerca del kitsch:

"Adorno percibía esto en términos de lo que él llamaba la industria cultural, donde todo arte es controlado y planeado por las necesidades del mercado y es dado a un pueblo pasivo que lo acepta. Lo que es comercializado es algo que no cambia y que es formalmente incoherente, pero que sirve para dar a la audiencia ocio y algo que mirar. Él clamaba que el kitsch es parodia de la catarsis, y también parodia de la conciencia estética."